Gastronomía
En Faraján al igual que en el resto de los pueblos del Valle del Genal, la gastronomía tiene su fundamento en una larga tradición que ha sabido combinar los productos del terreno con la dieta alimentaria en función de la estacionalidad. La primavera es el tiempo de los guisos con hierbas silvestres como tagarninas, hinojos, collejas o espárragos trigueros. Durante todo el año se pueden degustar las ollas serranas y los diversos potajes de garbanzos, y, entre las carnes, los guisos de conejo y la amplia variedad de platos y embutidos procedentes del cerdo.
Un apartado especial merecen los productos de la huerta, el Valle del Genal nutre a sus pueblos de gran variedad de verduras, hortalizas y frutas frescas.
La repostería guarda en buena medida el recuerdo de la tradición morisca, siendo característicos la harina de trigo, el azúcar y el aceite de oliva combinados en perfecta armonía y aromatizados con canela, matalahúva y ajonjolí, y acompañados en ocasiones de almendras y nueces.
Platos típicos
En su gastronomía, cabe destacar:
- Conejo al ajillo: se prepara con aceite, ajo, almendras, pan y vino blanco.
- Gazpacho caliente: se consume preferentemente en los meses fríos. Elaborado con productos de la tierra, como el aceite, ajo, pimiento y tomate, se sirve según el gusto de cada uno, bien simple o bien con acompañamiento.
- Gazpacho fresco: se consume generalmente en verano. Se prepara en frío a base de ajo, miga de pan, aceite, agua, vinagre, tomate y sal, con o sin pimiento y pepino.
- Migas: más típico de los meses fríos. Las migas se elaboran con agua y se toman acompañadas de uvas, melón, sandía, naranjas, aceitunas, arencas y otros productos del campo.
- Y también encontramos: cardos y tagarninas, embutidos, espárragos y sopa de alcachofas.